Hoy en día uno de los tratamientos más comunes para combatir un cáncer es la quimioterapia. También sabemos que uno de los principales efectos secundarios de la quimio es la pérdida de cabello. Se trata de un momento muy complicado para una persona que está pasando una enfermedad de este tipo, cuando, además, se ve afectado por una caída del cabello tan agresiva en tan poco tiempo.
Sin embargo, la pérdida de pelo como consecuencia de la quimioterapia se puede tratar una vez terminado el tratamiento contra el cáncer y el cabello puede crecer de nuevo. Existen métodos para cuidar el cabello durante el tratamiento de quimio, pero no tienen la misma efectividad que los que se usan de manera habitual una vez terminada la quimioterapia.
¿Por qué se produce la caída de pelo después de la quimioterapia?
La quimio es un tratamiento a base de fármacos que se administran vía intravenosa y pueden afectar al crecimiento normal del pelo, alterando el ciclo de vida natural del cabello. Los folículos pilosos se ven afectados en su fase anágena (fase de crecimiento), que suele ocurrir de 4 a 6 semanas después de la quimio. Esta caída del cabello se denomina efluvio anagénico.
Afrontar la caída del cabello después de la quimio
Las personas que se someten a tratamientos de quimioterapia sufren unos procesos y cambios muy bruscos en su cuerpo, sobre todo si hablamos del cabello. Hay algunos pacientes que prefieren raparse la cabeza antes de ver todo el cabello perdido y para no experimentar el duro proceso de la caída del pelo. Otras personas, con pelo largo, se lo van cortando a medida que pasan las semanas, de esta forma, les es más fácil afrontar este cambio de imagen tan fuerte. También hay gente que opta por pelucas o prótesis para sentirse mejor tanto físicamente como emocionalmente.
Actualmente existen pelucas muy naturales, de muchos estilos, colores y texturas diferentes. Son mucho más estéticas que las típicas pelucas antiguas y cualquiera puede llevar una con mucho estilo. Hay que tener en cuenta, que las pelucas, extensiones o prótesis se deben quitar de vez en cuando para sanear el cabello y poder lavarlo más en profundidad. El cuero cabelludo produce grasa, sudor, etc. Es por lo que una correcta higiene ayuda a tener el cabello más sano y fuerte. Si el pelo está debilitado y además no lo lavamos con la frecuencia que necesita afectará a la salud de nuestro cabello.
Recuperación del cabello después de la quimioterapia
En la mayoría de los casos el pelo vuelve a crecer después de la quimio. Este nuevo cabello suele ser más fino y débil que el habitual. En algunas ocasiones aparece con una textura o grosor diferentes al de siempre. Lo más probable es que estos cambios sean temporales y antes o después el cabello vuelva a su forma inicial.
Una vez que el pelo está empezando a crecer de nuevo y está algo más fuerte se debe cuidar como lo hacíamos antes de la quimio de manera habitual.
Tratamientos para la regeneración capilar después de la quimioterapia
Una vez que el oncólogo da el OK para los tratamientos por vía tópica lo ideal es comenzar con un tratamiento a base de láser y vitamínicos tópicos para el cuero cabelludo y cabello. Como el nuevo cabello que crece después de la quimio es muy débil y fino es idóneo ayudar a los folículos pilosos favoreciendo el crecimiento del pelo mediante la estimulación de la microcirculación sanguínea. Además, es recomendable complementar estos tratamientos con otros en casa tanto por vía oral como tópica con otros complejos vitamínicos.
Radioterapia
La radioterapia tiene unos efectos diferentes a la quimioterapia. Al ser tratamientos localizados afectan de una manera más agresiva al folículo. La mayoría de veces la zona en la que se aplica puede hacer perder el pelo. Por ejemplo, en el cáncer de mama se puede perder el vello de la axila. En el caso de los tumores cerebrales puede destruir de manera permanente los folículos de la zona tratada. En estos casos, para recuperar estos cabellos habría que recurrir al microinjerto una vez hecha una evaluación detallada.